La tendencia del mercado cripto en 2025 tiene dos protagonistas claros: los tokens de inteligencia artificial (IA) y las memecoins. Según un informe reciente de CoinGecko, estos dos sectores concentran el 62,8% del interés de los inversores durante el primer trimestre del año.
¿Por qué los inversores apuestan por la IA y las memecoins?
La inteligencia artificial ha sido uno de los temas más calientes en tecnología en los últimos años. Esta tendencia se refleja también en el mercado cripto, donde proyectos que combinan blockchain con IA están atrayendo grandes volúmenes de inversión. Tokens como Fetch.ai (FET), SingularityNET (AGIX) o Render (RNDR) han mostrado fuertes repuntes, impulsados por el entusiasmo alrededor de la automatización, el big data y la infraestructura descentralizada para modelos de IA.
Por otro lado, las memecoins siguen captando la atención del público por su viralidad, bajo costo de entrada y fuerte presencia en redes sociales. Dogecoin (DOGE) y Shiba Inu (SHIB) siguen siendo referentes, pero también han surgido nuevas memecoins con gran impacto, como Pepe (PEPE) y otras inspiradas en tendencias culturales o personajes virales.
El atractivo emocional y especulativo
A diferencia de los tokens tradicionales, las memecoins se han posicionado como activos de alto riesgo y alta recompensa, movidos más por la comunidad y el hype que por fundamentos técnicos. Esto las convierte en opciones atractivas para inversionistas que buscan oportunidades rápidas en un mercado volátil.
En cambio, los tokens de IA se presentan como una apuesta más tecnológica y de mediano a largo plazo, respaldada por casos de uso innovadores que podrían transformar sectores como la atención médica, la logística, el análisis de datos y más.
Una señal del cambio de preferencias
El informe de CoinGecko sugiere que los inversores están buscando nuevas narrativas dentro del ecosistema cripto, alejándose temporalmente de los tokens tradicionales de infraestructura (como Ethereum o Solana) para explorar sectores emergentes con alto potencial de crecimiento.
Esta tendencia también refleja cómo la convergencia entre tecnologías disruptivas —como blockchain e inteligencia artificial— está marcando el rumbo del mercado en 2025.